Como un pequeño homenaje a Guadalajara en el 469 aniversario de su fundación.
Para los que tuvimos la fortuna -¿o será infortunio?- de haber sido testigos de su transformación a mediados de los 60; ya bien lo dijo el poeta y escritor Jalisciense Ramón Iñiguez Franco: "Y así eran estas historias...en un barrio tranquilo y apacible, donde veíamos cada mañana salir el sol por el mismo horizonte, que es quizás lo único que no ha cambiado, ni cambiará quien sabe durante cuanto tiempo..."
De caballos a cuatrimotos :)
ResponderEliminarEl edificio se componia de 3 partes, la de en medio fué de mi abuelo Don Carlos Medina Zermeño
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