Como un pequeño homenaje a Guadalajara en el 469 aniversario de su fundación. Para los que tuvimos la fortuna -¿o será infortunio?- de haber sido testigos de su transformación a mediados de los 60; ya bien lo dijo el poeta y escritor Jalisciense Ramón Iñiguez Franco: "Y así eran estas historias...en un barrio tranquilo y apacible, donde veíamos cada mañana salir el sol por el mismo horizonte, que es quizás lo único que no ha cambiado, ni cambiará quien sabe durante cuanto tiempo..."
Para ver las imágenes:
La intención de este trabajo es observar y comparar a la Guadalajara de "Ayer y Hoy" y mostrar como la ciudad se ha transformado. Cómo de ser una ciudad provinciana se ha convertido en una urbe en el que desaparecieron barrios y edificios de gran belleza. Es únicamente una muestra de lo que no nos tocó vivir, y para que los jóvenes de hoy conozcan, cuando menos en fotografía, algunas escenas de lo que nostálgicamente algunos recordamos de la tranquilidad de sus barrios de mediados del siglo XX.
domingo, 22 de mayo de 2016
ESTACION DEL FERROCARRIL DE CHAPALA
Fue comenzada a construir en 1917 bajo las ordenes del noruego Christian Schjetnan con un diseño ecléctico afrancesado de su vecino y amigo el arquitecto Guillermo de Alba. Ambos siempre soñaron en un futuro brillante para la villa de Chapala y lo reflejaron en un edificio que en sus inicios pareció ser demasiado grande y ostentoso para el tamaño de la Chapala de aquel entonces. La estación fue terminada en 1920, comenzando a dar servicio a Guadalajara el 8 de abril.
Con dos máquinas, tres carros de primera y tres de segunda, la Compañía de Fomento de Chapala, S.A., hecha a andar lo que parecía ser el principio de una época de esplendor para esta villa ribereña. De Alba ya había mostrado que lo aprendido en la escuela de arquitectura de Chicago lo colocaba a la vanguardia del diseño arquitectónico del momento al construir su casa chapalense conocida como "Mi Pullman" y que era una obra de arte frente al lago que data de 1906 y aún permanece.
Sólo seis años duró el sueño de Schjetnan y De Alba, ya que con la crecida del lago y la cercanía de la obra con este, en 1925 sufrió una severa inundación que detuvo las actividades de la estación por un tiempo, hasta que en 1926 llegó a ser insostenible y cerró sus puertas, terminando así la época del primer y único ferrocarril de Guadalajara a Chapala, que se vio desplazado por la carretera y las facilidades de transporte motorizado particular.
Texto: Revista Buen Viaje
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